Mi máquina arcade.

Portfolio Proyecto personal

Mi máquina arcade.

Información del proyecto

Proyecto: Retrofit de una máquina arcade
Cliente: -
Sector industrial: Proyecto personal
Empresa: -
Ubicación: Múnich
Fecha: Abril - Junio 2019

De pequeño (y de no tan pequeño) siempre me fascinaron las máquinas Arcade. Eran sencillamente increíbles: los gráficos, el sonido, la música pegadiza… en comparación con los ordenadores de entonces (yo tenía un Spectrum) eran sencillamente otra dimensión.
Si a eso le añadimos que para jugar había que pagar… ya lo tenemos todo: eran puro deseo.
Los años fueron pasando y paulatinamente la gente se fue olvidando de ellas, pero en mi caso debo reconocer que dejaron mella.

Siempre me habría gustado tener una máquina arcade en casa, habría sido increíble poder jugar a esos videojuegos sin limite y disfrutando de un Interface que las consolas jamás han llegado a emular: El joystick en una mano y los botones en la otra. Sencillamente genial. Además, como objeto decorativo es único, totalmente chic.

A principio de la década del 2000 descubrí el mundo de la emulación a través de MAME y quedé fascinado: podía jugar a juegos clásicos arcade en un ordenador personal… Genial! Había descubierto el Retrogaming. Por fin podía jugar a juegos clásicos de mi viejo Spectrum pero también a los increíbles juegos de máquinas arcade aunque, no era lo mismo.

Fue pasando el tiempo y encontré otro milestone en mi trayecto: Raspberry Pi y el sistema operativo RetroPie, que permitía emular videojuegos en una Raspberry. Increíble. Así fue como hice mi primer MPV: Configuré una PI 2 con Retropie y le conecté dos mandos USB tipo Super Nintendo. Fue estupendo. Podía jugar con mis hijos a todos aquellos videojuegos clásicos. Sin duda ya estaba un poco más cerca.

Primer MVP. Raspberry Pi y dos mandos USB.
Primer MVP. Raspberry Pi y dos mandos USB.

La idea era sencilla: encontrar una maquina arcade antigua, no era necesario ni que funcionase, desechar toda la electrónica antigua y reemplazarla por una Raspberry Pi.

El siguiente paso estaba cantado. Era evidente que podía montar ese sistema en una estructura hecha a medida simulando una maquina arcade y conectarle unos joysticks clásicos. Pero aun podía hacerse mejor: podía buscar una máquina antigua y adaptarla a una Raspberry. Sin querer descubrí el Retrofit.

La idea era sencilla: encontrar una maquina arcade antigua, no era necesario ni que funcionase, desechar toda la electrónica antigua, reemplazarla por una Raspberry Pi y conectar los mandos clásicos con una controladora USB. Además podría hacer toda la iluminación de la marquesina y el monedero con luces LED.

Un día sucedió: en Ebay encontré un tipo que vendía una vieja máquina arcade totalmente inoperativa (sin platina y con el monitor CRT averiado) pero por fuera en bastante buen estado. Además los cristales estaban intactos. La llevé a casa, la desmonté completamente y la limpié con muchísimo cuidado. Tuve que restaurar algunos desperfectos pero en general la estructura era perfecta. Deseché los componentes electrónicos que quedaban y empecé a instalar todos los componentes: la Raspberry Pi, una fuente de alimentación, un amplificador que conecté al altavoz original de la máquina (éste sí que aun funcionaba!) y finalmente conecté el cableado de los joysticks y los botones a dos controladoras USB. Finalmente instalé los sistemas de iluminación.

Máquina durante la restauración
Máquina durante la restauración
Detalle del soporte original para el monitor
Detalle del soporte original para el monitor
Acabada pero con las tripas abiertas.
Acabada pero con las tripas abiertas.

Y ahí la tenemos...

El resultado fue la consecución de un sueño de infancia: ya tenía mi propia máquina arcade y por fin podía jugar a absolutamente todos los videojuegos que siempre me habían fascinado. Ahora, cuando tengo invitados en casa, ella es siempre un highlight!

Acabada y en funcionamiento.
Acabada y en funcionamiento.